Italia es un país lleno de encantos y tradiciones, experiencias fantásticas que podemos disfrutar directamente con nuestros paladares. Hoy daremos un pequeño paseo para conocer algunos de los mejores y más tradicionales platos de pasta en Italia, buscando de esta forma llevar con nosotros de vuelta un recuerdo mucho más grato e inolvidable y por supuesto conocer con mayor profundidad las calles y la esencia de un país con gran belleza en cada una de sus esquinas.
De paseo por la Toscana
Vamos a empezar nuestro viaje dirigiéndonos hasta Florencia para comenzar nuestra ruta por la Toscana, una de las regiones más sorprendentes del país gracias a sus fantásticos contrastes geográficos, pudiendo disfrutar de algunas de las colinas verdes más suaves de toda Europa o incluso sentir la belleza del Mar Tirreno.
Pero para sacar el máximo partido a nuestra experiencia, lo mejor que podemos hacer es sentarnos en una terraza típica y degustar alguno de los platos de pasta más ricos que podamos imaginar.
Se trata del pappardelle al ragú di cinghiale, una combinación perfecta de pasta y carne con la que coronaremos una velada espectacular.
Para llevar a cabo este sabroso plato lo ideal es utilizar carne de jabalí, vino tinto, zanahoria, laurel, apio, aceite de oliva virgen extra, un poco de romero, cebolla y por supuesto un poco de salsa de tomate, pero es especialmente importante que tengamos en cuenta que todos los ingredientes deberán ser frescos si queremos lograr la combinación ideal y que se asemeje verdaderamente al toque culinario de la Toscana.
Y para terminar y lograr una impecable experiencia podemos culminar con un tiramisú de natale ai frutti rossi o incluso disfrutar con la esponjosidad de un trozo de pinolata.
En góndola por Venecia
Seguimos adelante con nuestro recorrido y en esta ocasión nos vamos a ir al noreste del país a un lugar también muy popularmente conocido en todo el mundo gracias a que es sin duda un fantástico referente turístico, no ya sólo por ofrecer un entorno paisajístico asombroso sino también por contar con algunos de los platos típicos más llamativos.
Tras dar un cómodo paseo a pie por las calles de Venecia, nuestro cuerpo nos pide que repongamos fuerzas, y nada mejor que disfrutar de la pasta, y para ello vamos a optar por alguna de las fantásticas pizzas típicas del lugar como la pizza de mozzarella, la pizza doménico con queso, chorizo, bacom y tocino o incluso una pizza dulce para los paladares más sabrosos, con salchichas, la pizza vegetal, de carne a la boloñesa, etcétera… Lo cierto es que tenemos un abanico tan amplio entre el que elegir que estamos totalmente convencidos de que todos y cada uno de vosotros encontrará su pizza perfecta.
Pero si no nos apetece pizza, también podemos optar por otros platos típicos como el carpaccio, arroz a la pescatora y por supuesto finalizar con un fantástico postre como el gelato con fantásticos sabores típicos u optar por un trozo de mandolato.
Ahora que ya hemos repuesto fuerzas no nos queda más que disfrutar de un precioso paseo en góndola, pero por supuesto en cualquier caso recomendamos que viajéis al lugar durante el carnaval de Venecia, ya que se trata sin duda de una de las fiestas más populares que además cuenta con una duración de 10 días, ahí es nada, y donde podremos ver desde disfraces divertidos hasta los tradicionales recuperados del siglo XVII y que son habituales en estas fiestas.
Finalizando nuestra ruta en Calabria, al sur de Italia
Y ahora vamos a hacer un largo recorrido hasta el sur hasta alcanzar las tierras de la antigua Brucia romana. Calabria nos embriaga también por ofrecer un relieve montañoso a la vez que el contraste fabuloso de sus playas.
Esta región de Italia se ha caracterizado siempre por poseer las tierras fértiles más valoradas del país, pero en nuestro caso vamos a recorrer sus calles para disfrutar del lugar y conocer esos contrastes que se trasladan a los platos típicos desde más habituales a otros que la mayor parte de vosotros posiblemente no conozca.
Por ello se trata de un lugar que vale la pena recorrer con tranquilidad, intentando acceder a cada rincón y dejándonos llevar por sus buenas gentes y un estilo de vida más tranquilo y rural.
Evidentemente, en este lugar predomina la cocina mediterránea donde podremos encontrar fórmulas asombrosas con hortalizas, pescado y carne como ingredientes casi imprescindibles.
Las carnes más habituales son el cordero y el cerdo, y la berenjena ocupa el punto más alto de la pirámide de las hortalizas a consumir. Sin embargo, al igual que ocurre en la mayor parte de Italia, la pasta es utilizada para algunas de las delicias más asombrosas como el lagane e cicciari, un plato con pichón muy sabroso y popular en estas tierras.
A su vez también tendremos la posibilidad de degustar algunos de los vinos con denominación de origen como el Donnici o el Ciró que darán ese toque perfecto y variado, con aromas que nacen de variedades distintas y reconocidas mundialmente por su peculiaridad, y es que algunas de ellas cuentan con más de 3000 años de antigüedad.
Pero eso sí, una vez que nos encontremos en Calabria vale la pena probar otros platos típicos y especialidades como el queso de oveja conocido como pecorino crotonese, el caciocavallo, la pignolata y la estupenda variedad de biscotti.
Sin duda alguna, viajar a Italia implica tener la capacidad de disfrutar de un entorno paradisíaco con contrastes sorprendentes gracias a su naturaleza que se presenta como generosa tanto por sus tierras como por sus gentes, y en este sentido no debemos dejar pasar la oportunidad de disfrutar de la pasta en cualquiera de los destinos a los que nos dirijamos pero, eso sí, lo más aconsejable es decantarnos por los platos típicos dependiendo de la región en la que nos encontremos, ya que es una forma fabulosa no sólo de culturizar nuestro paladar sino también de entender mejor la evolución del lugar y su historia.
Por ello os invitamos a que organicéis un viaje cuanto antes y estamos totalmente convencidos de que vais a saber disfrutar de la pasta en Italia y por supuesto de sus especialidades culinarias que culminan una gastronomía sorprendente.