China y el dim sum, un placer con el té

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A menudo nos gusta viajar hasta China para dejarnos llevar por su fantástica gastronomía, y hoy no iba a ser distinto, pero para variar la rutina nos vamos a centrar en el dim sum, un tipo de comida bastante completa aunque fundamentalmente pensada a modo de aperitivo, siempre y cuando la acompañemos de un modo adecuado con el té, y es que no hay duda alguna de que hablamos de una de las mejores y más completas formas de almorzar y recargar nuestras pilas para poder hacer frente al día.

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Dim sum, el aperitivo perfecto para la mañana y la tarde

En muchos países es habitual tomar un almuerzo entre el desayuno y la comida, e incluso también una merienda entre la comida y la cena. Sin embargo, generalmente optamos por ingestas algo más controladas, en esencia, con el objetivo de mantener la energía y el estado de ánimo pero sin dedicar el tiempo necesario.

En contraste, en China se da una mayor relevancia a estos intermedios, y entre todas las opciones que podemos encontrar el dim sum es una de las comidas más habituales e interesantes gracias a que se trata de platos sencillos pero muy completos nutricionalmente.

A su vez y para conseguir la combinación perfecta, el té se convierte en la bebida de acompañamiento ideal, aunque cabe destacar que en China directamente se consume bolay, un tipo de té más fuerte de lo habitual pero que la medicina tradicional asegura ayuda convenientemente a mejorar la digestión.

No obstante cada vez es más frecuente encontrar otras variedades de té distintas como el té verde o incluso el té de oolong, una variedad que en occidente se conoce como té azul y que también se consume en el país de forma tradicional. Se trata de una de las bebidas más populares, y es que resulta muy fácil encontrarla en prácticamente cualquier restaurante típico, por lo que en el caso de que no encontremos bolay, nuestro consejo es que optéis directamente por el oolong.

La gran variedad de dim sum

Pero lo mejor de todo es que el dim sum ofrece una variedad sorprendente con exquisiteces fantásticas. En general se basa en un bollo que se suele cocinar al vapor y que cuenta con un tamaño bastante reducido con el objetivo de que podamos comerlo de un solo bocado.

En su interior encontramos varios rellenos a elegir entre carnes o rellenos vegetarianos, pero en cualquier caso siempre incluye un revestimiento de distintos tipos de masa. Los rellenos más habituales suelen ser de carne de cerdo, vaca, pollo o incluso camarones.

No obstante cabe destacar que pese a que estos aperitivos son lo más habitual cuando hablamos de dim sum, en algunos lugares podemos encontrarlos sin masa, es decir, directamente en sopas o carnes asadas, vegetales al vapor, etcétera también a modo de aperitivo y que igualmente reciben la denominación dim sum.

Por otra parte también comentábamos que lo habitual es cocinar el dim sum al vapor, pero cada vez es más frecuente encontrarlo frito o incluso utilizando otros sistemas de cocinado, por lo que se adapta a los gustos de todos los comensales además de que permite una combinación mucho más rica y creativa aunque, claro está, para poder disfrutar de algunas de las opciones más habituales vamos a necesitar varios días.

Las porciones de dim sum

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Uno de los aspectos más interesantes del dim sum es que al tratarse de bocados pequeños nos permite probar una amplia variedad de comidas distintas. En ocasiones veremos que tan sólo nos colocan tres bocados sobre el plato, pero lo cierto es que la forma más tradicional de ofrecer el dim sum es en platos únicos, de forma que iremos cogiendo los que más nos gusten y pagaremos en función de los platos que tengamos en la mesa.

Al contar con precios distintos cada uno de estos aperitivos, lo que generalmente podremos observar es que los platos donde se sirve el dim sum también presentan colores diferentes. De esta forma se establece un precio en función del color del plato, con lo cual podemos comer tranquilamente sabiendo en todo momento lo que vamos a gastar. No obstante, otra forma de controlar el consumo es mediante el tamaño de los platos, siendo los grandes más caros que los platos pequeños.

Sin embargo cada vez es menos habitual encontrar este sistema, ya que la picaresca lleva a que muchas personas vayan a comer, y para evitar pagar algunos de los platos que consumen lo que hacen es esconderlos bajo la mesa o incluso llegan a robarlos.

Pero evidentemente esto es lo que ocurre en los restaurantes, y al ser el dim sum un plato tan peculiar y tradicional de la gastronomía china en los propios hogares también es frecuente encontrarlos, pero como contraste se suelen servir en unos recipientes de madera con forma cilíndrica y varios compartimentos que se sitúan uno encima del otro. De esta forma se consigue que mantengan mejor la temperatura y se evita que los aromas y sabores se vayan perdiendo.

En los restaurantes chinos de occidente también se suele utilizar este último sistema, pero con la garantía de que el cliente pide una combinación de varios de estos bocados, por lo que el restaurante no se tiene que preocupar por saber lo que ha consumido y lo que no, sino que el precio es cerrado y esto ayuda en su control.

Por ello, si estáis pensando viajar a China os aconsejamos que os paséis por uno de estos restaurantes y probéis el dim sum acompañado de un buen té a su lado… y luego ya nos comentáis.

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